Este fin de semana nos quedamos sin comida de equipo a pesar de jugar fuera en la Liga Vasca. ¿Por qué? Porque nos tocaba contra Orvina, nuestro eterno rival en los tableros.
Recuerdo 4 enfrentamientos en la Liga Vasca contra Orvina «A», y de momento vamos un poco por debajo, pero siempre muy ajustado:
2013: San Juan – Orvina: 2,5 – 1,5
2014: Orvina – San Juan: 2 – 2
2015: Orvina – San Juan: 3 – 1
2016: Orvina – San Juan: 2 – 2
Crónica global:
Tengo anotadas ya 13 partidas frente a Unai Garbisu en mi base de datos, 2 de las cuales son en «semirapidas» y una es de la época juvenil. El azar ha decidido que de las 11 partidas lentas, 9 fuesen con negras (al igual que este fin de semana), lo cual hace un camino difícil en la elección de aperturas. Ambos entendemos el ajedrez de diferente manera. Unai fiel a sus líneas y a su estilo, yo un defensor de la variedad. Desde luego que cada visión tiene sus «pros» y sus «contras». Unai domina y entiende bien lo que juega mientras que yo intento salir cuanto antes de los esquemas conocidos para sacar a mi rival de la teoría y acceder al mediojuego, en donde a priori me encuentro más cómodo. La batalla continúa, pero de momento:
– 3 sicilianas Nadjorf – Ataque inglés (1 con e5, otra con e6 y otra con Cg4)
– 1 siciliana Kalashnikov (o como se llame)
– 1 Francesa del avance
– 1 Francesa Tarrasch (la de este fin de semana)
– 1 Philidor
– 1 carokan
– 1 Alekhine
Supongo que tendré más enfrentamientos contra Unai y ya siento que me estoy quedando sin salidas! ¿El ajedrez no era infinito?
Bueno, al lío. El caso es que este sábado confieso que solamente había tenido tiempo de mirar 5 minutos lo que iba a jugar, y de hecho me presenté allí con un entrecot recién comido de una fiesta de cumpleaños familiar y dudas de cuál hacer en la jugada 1. Finalmente repetí una francesa, pensando en que Unai repetiría su variante del avance e iba a escoger alguna línea rara de esas que a mí me gustan. Para mi sorpresa, Unai cambió su repertorio (por primera vez contra mí, que yo recuerde) y escogió la Tarrasch (3.Cd2). Me puse a pensar y me vi tentado en hacer 3…h6, una línea interesante que no conozco mucho pero sé que si las blancas no afinan se pueden quedar incluso peor. Al final opté por 3…Ae7, tampoco muy principal, pero al menos la conozco mejor. Lo curioso de la situación es que me levanté tras ello y pude observar que Iñigo vs Navarrete (tercer tablero) estaban en 3…h6!, continuo mi paseo y veo que Bayo vs Urriza (cuarto tablero) estaban en 3…h6!
Me vi tentado de ofrecerle a Unai volver una jugada para hacer h6 y que el encuentro ya no fuese San Juan – Orvina, sino Tarrasch vs Tarrasch.
Pero no, mi continuación pareció ser interesante, porque todo apunta que Unai no la conocía mucho y optó por una variante con peón aislado que yo opino que igualé con comodidad (incluso me veía algo mejor, pero no estoy seguro). En un momento dado había diferentes formas de sacrificar un peón a cambio de actividad por las casillas blancas, pero es que Unai simplemente no se lo come y se mantiene la igualdad. Las piezas fueron desapareciendo del tablero y tablas, sin mucha historia que contar.
Eso de terminar pronto, permite hacer fotos, charlar con los visitantes de lujo (con algún gallego y todo) pero claro, con tanta vida social no permite atender al final de las partidas.
Bayo parecía tieso frente a Urriza, y al terminar la partida me contó que estuvo bien y que tenía incluso que sacrificar torre entera («sólo» sacrificó calidad) para quedarse en una posición muy atractiva. Ahora son los chavales los que me enseñan, algo está fallando en mi ajedrez, porque yo le vi palmao toda la partida.
Luisda vs Mikel Ortega, partiendo de una catalana, llegó al típico finalito donde tiene las piezas mejor colocadas y con muy buena técnica supo ganar un peón y después la partida (única victoria del equipo!).
Iñigo se quedó con peón de más tras un error de Navarrete, en un final de torres, cuya parte final me perdí, pero que consiguió entablar Sergio con solidez. Ahora toca pedirle la planilla a Iñigo para analizarlo en mi tiempo libre, ya veis cuales son mis hobbies!
(Iñigo moviendo la mano en el centro del tablero como Flash!)
Con todo eso, un 2-2 que pareció bastante justo, aunque sabiendo que Bayo tenía opciones, quizás podríamos aspirar a una victoria por la mínima dadas las posiciones.
Por el equipo «B» me paseé un par de veces. La primera ya fue indicativo… Lizu se dejó un truco en la jugada 3 y ya estaba peor frente a Egoi, Diego no tardó en dejarse fruta frente a Mombiela y Javi Perez se quedaba peor en la apertura también frente al Abstruso Gusarapo del cual espero crónica. Vaya panorama, menos mal que nos queda Jesús (no, ese Jesús que algunos estáis pensando no) frente a Minde.
(que me disculpen los fotografiados, veo que no soy el único que se queda calvillo, pero que todo el mundo mire al tablero y no a las cabezas!)
Jesús estaba muy enfadado consigo mismo, porque tenía un final muy ganado y tras equivocarse tuvo incluso que defenderse en un final con peón de menos para lograr el único medio punto del equipo.
En el duelo de los cracks (no me refiero al nuestro), Sestao ganó por la mínima a Gros, dejando la clasificación muy emocionante, con un invitado especial, el Batalla liderado por el pibe, que sin ir más lejos van de segundos a 1 punto del líder!
Para ver resultados y clasificaciones, nada mejor que la página de ajedrezvasco (en la columna de la izquierda)
