La Sección de Squash lleva tiempo trabajando en la formación de jóvenes promesas. La categoría infantil de San Juan ha experimentado un gran crecimiento en el último año y eso se debe a la promoción y formación que imparten los monitores de la escuela.

“Ahora mismo tenemos unos 10 chavales que entrenan dos días a la semana. En cada entrenamiento primero hacemos un pequeño calentamiento. Luego comenzamos con la pelota haciendo paralelas, cruzadas, dos paredes y demás. También trabajamos con juegos condicionados y al final acabamos haciendo partidillos”, explica Julen Intxausti.

Desde la sección animan a todos aquellos interesados en este deporte a que prueben y vean cómo es “un deporte que engancha un montón”. Destacan de él que se trata de un juego “muy dinámico, movido y entretenido”. Así lo explican en declaraciones al club: “Es un deporte que cuando lo pruebas no te aburres enseguida, sino que te enganchas y te picas. Ves que otros juegan más que tú y por eso quieres ganarles. Vienes a hacer deporte y te cansas, es de estas cosas que cuando acabas te das cuenta de que te has pegado una paliza pero te vas a gusto. Yo siempre animo a hacer la prueba. El squash tiene algo que engancha”.

Precisamente es ese esfuerzo físico lo que le convierte en una modalidad deportiva muy recomendable para los más jóvenes. Julen enfatiza las ventajas que tiene este deporte, también a nivel de valores: “El squash es un deporte que por su naturaleza tiene similitudes con el frontón, pero al ser mucho más pequeño se estorban entre los chavales y eso les ayudas en la gestión del conflicto. Muchas veces pueden surgir pequeños conflictos o mal entendidos por las dimensiones de la cancha, que es más pequeña… Tienen que saber resolver problemas, tratar de dialogar, entenderse entre ellos y eso ayuda. Eso es algo fundamental para el juego limpio. Eso es algo que se inculca mucho en el squash y que nosotros desde la escuela lo trabajamos, y creo que es algo también importante mas allá de lo que es el propio deporte”.

Resultados positivos

Desde que se decidió potenciar el squash en categoría infantil la Agrupación ha venido cosechando buenos resultados, lo cual también demuestra el buen trabajo que se hace a nivel competitivo. “Para nosotros es un orgullo. Cuando empezamos el año pasado estábamos solo tres chavales y no sé si será porque hicimos bien las cosas o por qué será, pero al final ahora estamos muchos más. Ver cómo vienen con ganas de entrenar y que no lo dejan, ver cómo van a las competiciones y que luego encima tienen buenos resultados… Hace poco Maite quedó campeona, Noa subcampeona, nuestro chico de Sub11 fue tercero… Ver esas ganas, que les gusta, que vienen motivados, y que además sacan buenos resultados, tanto para mí como para todos los monitores es un orgullo”, concluye Julen.

Maite, tan solo cinco semanas jugando

Un ejemplo de esa formación recibida y de ese apego por un deporte tan dinámico es Maite, una jugadora que en el momento de esta entrevista tan solo llevaba cinco semanas jugando. Ella misma relata cómo se ha aficionado al squash: “Es muy divertido y sobre todo algo muy entretenido. Primero fue mi hermano quien empezó a jugar porque sus amigos también se apuntaron. Fui a un torneo y vi que  era súper dinámico, muy entretenido. Entonces, mi madre me preguntó si me quería apuntar. Hablamos con el coordinador,  Cristóbal, vine a hacer una prueba y así comencé”.

Se encuentra muy contenta con sus compañeros y ya sabe lo qué es ganar un torneo: “Estuvo muy bien. Me encantó la final que jugué contra una rival muy buena, que es mejor que yo, pero le gané… El squash no es tan exclusivo. Puede jugar todo el mundo”, comenta animando a más socios y socias para que se apunten. Sobre el manejo de la raqueta, también explica cómo les han enseñado a utilizarla: “Vas poco a poco cogiendo el ritmo de los demás. En cuanto a la raqueta, creo que lo más difícil es saber cogerla, aunque yo tengo también práctica del tenis. Pero es sencillo… Jugar al tenis ayuda porque tienes un poco de tacto con la raqueta, aunque tampoco acabas primera por jugar al tenis o no”.

Eneko quiere jugar “hasta ser un abuelo”

Tiene 11 años y lleva un año jugando al squash. Le gusta mucho aprender en cada entrenamiento: “Lo que más he aprendido son las paralelas y las cruzadas, y lo que más me ha gustado es ir a los campeonatos y disfrutar. En los campeonatos suelo quedar entre tercero y cuarto”, afirma.

Preguntado por los entrenamientos, demuestra saberse la teoría y también la práctica: “Primero hacemos una sombras para calentar y luego el monitor nos echa unas bolas y nosotros se las tenemos que devolver. Acabamos con unos partidos. Las sombras son cuando empiezas desde una línea y haces como tres pasos para darle a la pelota. Para mí lo más difícil son las paralelas y lo más fácil las sombras”.

Muy contento con los monitores y compañeros, insiste en que el squash “es un deporte muy activo para los que les guste correr”. A eso añade que vino “con cuatro amigos y ahora ya tengo muchos más”, afirma, repartidos entre otros clubes como Amaya, Oberena e incluso de Valencia. “Voy a seguir jugando al squash hasta que me haga abuelo”, promete con una gran sonrisa.

Aquellas personas que estén interesadas en practicar squash siempre pueden acudir a oficinas y solicitar ahí su inscripción. De igual modo pueden preguntar en la propia sección y probar la actividad.