Seguimos con el ciclo de entrevistas y en esta ocasión entrevistamos a Jesús Arellano, karateka de la Agrupación Deportiva San Juan.
¿Cómo has vivido estos estos dos meses de confinamiento? ¿Cuál ha sido tu rutina de entrenamiento? ¿A partir de ahora cuál va a ser?
«Los primeros días fue un verdadero caos. Parecía que se acababa el mundo, y que en casa no se iba a poder hacer nada, aunque después mirabas por la ventana y todo parecía normal. Poco a poco empiezas a organizarte, y estableces rutinas, para el trabajo, para las comidas, y por supuesto para el entrenamiento».
«Los primeros días me organicé por mi cuenta, pero por suerte la clase de kárate de San Juan enseguida se puso en marcha por teleconferencia. Así unos días entrenaba por mi cuenta y otros con el resto del grupo. A partir de ahora seguimos teniendo restricciones en cuanto a entrenamientos en grupo, por lo que seguiremos haciendo las clases de kárate por videoconferencia, pero al tener la posibilidad de compaginar con actividad al aire libre, algunas de las sesiones que hacía en casa, pasaré a hacerlas en la calle».
«Aun así, los horarios permitidos limitan bastante el tipo de actividad deportiva a hacer y compatibilizarlo con el trabajo, por lo que seguiré entrenando también en casa algunos días».
¿Qué reto te planteas ahora?
«El principal reto actual es no perder la forma, mantener una alimentación equilibrada, y que técnicamente el parón de entrenamiento con el resto del grupo no tenga mucho impacto. La temporada que viene empezaremos con ganas y con fuerza. Hay que llegar al 100% para poder disfrutarla».
¿Qué ha sido más difícil, mantener el estado físico o el anímico?
«Tengo que decir que me considero una persona de recursos, con capacidad de adaptación y optimista. Enseguida empecé a organizarme para compaginar el trabajo, prepara las comidas, la actividad deportiva, «telequedar» con los amigos para cenar, etc. No he tenido ni un minuto libre en todas estas semanas de confinamiento, y a veces hasta echaba en falta un ratito para descansar. Aun así, estar activo es lo que me ha permitido tener la cabeza sobre los hombros, aunque no voy a negar que echaba mucho de menos salir a la calle. Sin niños ni perro prácticamente no tenía excusa para salir de casa».
De cara a la próxima temporada, ¿qué es lo que esperas?
«La próxima temporada todavía tiene mucha incertidumbre, ya que hay muchos riesgos de rebrotes del virus. Todavía no podemos hacer planes, pero si con tan poco margen de maniobra esta vez nos hemos organizado para seguir con la actividad. Para la temporada que viene lo podremos hacer mejor, con más ideas nuevas: ¿Por qué no aprovechar el buen tiempo de las primeras semanas de otoño para hacer kárate outdoor en algún sitio en el que poder mantener distancias?»
«Los juegos de Tokio se han retrasado al año que viene y en estos juegos el kárate es deporte olímpico. La temporada que viene tenemos que disfrutar de nuestro deporte al máximo, y hacerlo extensivo a todo aquel que le interese y pueda tener curiosidad».