TOMÁS ORIHUELA, Pamplona // Dos derrotas ante Colo Colo y Pinseque no empañan la magnífica campaña que está realizando la Agrupación Deportiva San Juan en la 2ª División B de la Liga Nacional de Fútbol Sala. En una temporada con muchas altas y sobre todo varias bajas a mitad de curso, los pupilos de José Ibarra se han sobrepuesto a las dificultades y encaran el final de temporada con la vista puesta en la clasificación para la Copa del Rey del año que viene. Además de este incentivo, la posibilidad de dar la sorpresa en la Copa Navarra, una vez finalizada la liga regular, ilusiona a un equipo que año a año se reestructura. Magna Gurpea Xota y Aspil Vidal Ribera de Navarra se erigen como favoritos en un torneo que también albergará al filial del Magna y a dos equipos de Tercera División; Kirol Sport y el C.D. Ibararte.
Javier Pulido, capitán de San Juan, hace balance de la temporada hasta el momento: “Este equipo ha demostrado que sabe competir con cualquier equipo de tú a tú y lo que es más importante, lo sabe hacer a domicilio. Ahora mismo es difícil alcanzar al líder, pero la esperanza no hay que perderla. Además, tenemos que asegurar la participación en la Copa el año que viene. Hay que seguir igual de enchufados”.
Por su parte, el míster de la Agrupación Deportiva San Juan establece las diferencias con los demás y lo define con unas máximas indiscutibles: “Creo que los equipos como Zierbena, Pinseque, Colo son equipos de mucha calidad, con jugadores con experiencia en Primera División y que les hace tener una pegada descomunal. Nosotros nos basamos en el trabajo grupal y en ser un conjunto con pocas fisuras, que a la postre nos ha supuesto ser el equipo menos goleado hasta el momento en la liga. A eso debemos sumarle también la calidad y fondo de armario que poseemos, la cual nos ayuda a llegar frescos en ataque. Nuestros puntos fuertes pasan por ser un grupo unido, que trabaja, se sacrifica y confía en aquello que entrena”.
El empate ante Villa de Murillo, sumado a los dos partidos perdidos mencionados antes, han disipado cualquier atisbo de destronar a Zierbena del liderato. En una primera vuelta y un inicio de la segunda espectaculares, el equipo de Pamplona consiguió colocarse en una posición privilegiada, ganando en pistas complicadas como las del propio Zierbena, Pinseque, Fuenmayor o Santurtzi.
Guillermo Bueno, uno de los buques insignia de San Juan, explicaba así los objetivos de una Asociación Deportiva que está en auge: “Siempre te gusta optar a todo, cuando empieza la temporada siempre tienes grandes expectativas y más cuando un equipo como San Juan está más que consolidado en la categoría. Siendo realistas creo que hay varios equipos hechos a dedo, en los que los presupuestos son los que mandan. En cambio, nuestro equipo es una mezcla de juventud y veteranía donde siempre luchamos por ganar. Claro que me hubiese gustado ganar el campeonato, pero entrar en la copa del Rey creo que es el premio que todos esperamos año tras año, y por eso se trabaja a diario, siempre siendo ambiciosos. Ojalá en un futuro cercano llegue el campeonato que demuestre el gran trabajo que se está realizando aquí. Sería un gran premio para todos, pero en especial para gente como Tore, Pulido y Txema que llevan muchos años por las pistas demostrando ser de los mejores jugadores de esta categoría”.
Correr y solidaridad defensiva
San Juan apoya su argumento futbolístico en un binomio claro: físico y táctica. No hay duda de que no es el equipo de mayor calidad de la categoría, pero bajan al contrincante al barro y pelea con él de tú a tú. Durante la temporada ha quedado evidenciado que cuando insertan ese plus de intensidad, la mayoría de equipos se bajan del carro. Del mismo modo, cuando esa virtud principal no está al servicio del compañero en la pista, los verdes sufren. Lauburu K.E. Ibarra da fe de ello. Vascos y navarros, clásico enfrentamiento en pretemporada, se conocen mucho los unos a los otros. Los de Guipúzcoa, que claudicaron en el partido de pretemporada, superaron en intensidad a sus vecinos y pasaron por encima de ellos en la primera vuelta.
De hecho, aquel partido en el mes de noviembre fue el punto de inflexión a partir del cual San Juan encadenó casi una decena de partidos sin conocer la derrota. Tras el toque de queda del entrenador, solo Segorbe fue capaz de arañar un punto a un equipo que iba pisando los talones a Zierbena. El aspecto físico, muy trabajado desde el mes de agosto con Rubén Ayarra -profesional de pala y preparador físico-, fue uno de los factores clave para conseguir esa racha.
Por otro lado, la pizarra de José Ibarra ha cobrado mucho protagonismo en los entrenamientos ya desde la pretemporada, cuando comenzaron a ensayar salidas de presión, juego de tres y de cuatro, y balones parados. A menudo se escuchaba al técnico comentar: “La táctica da puntos”. Y así ha sido, Fuenmayor o Sala Quinto son algunos de los ejemplos en los que lo que se se lleva a cabo en la pista de entrenamiento se termina traduciendo en puntaje.
Probablemente Mikel Marín sea el jugador que mejor defina las cualidades de este equipo. El ala-cierre verde, con un físico envidiable y una concentración defensiva a prueba de bombas, es hoy el máximo goleador de la entidad, tras haber superado una primera temporada en la que le costó participar en las convocatorias. Con la ausencia por lesión de los otros dos cierres, Javi Oroz y Álvaro Fernández, Marín ha tenido que multiplicarse tanto en defensa como en la aportación ofensiva, a la que se suma siempre que puede.
El propio Javi Oroz, perro de presa y pieza fundamental tanto dentro como fuera del campo, valora así su ausencia: “Esta temporada ha sido de las peores para mi personalmente. Empecé con muchas ganas pero una lesión de menisco me ha apartado del equipo desde noviembre. Yo soy un jugador que lo vive mucho y desde la grada lo paso bastante peor que jugando. De todos modos, intento aportar en lo que pueda, para que el equipo acabe en puestos de Copa, lo que sin duda sería un regalo para todos”.
Saúl Dávila, llamado a responder ante el contratiempo de Oroz, comenzó la temporada de dulce, con actuaciones estelares. Primero fue su ex equipo, el filial de Magna Gurpea- y después Pinseque, quienes sufrieron la pegada del jugador navarro. La mala suerte se cebó con él, y el curso terminó antes para él por una lesión de rodilla. “Cuando mejor me encontraba dentro de la pista y estaba más acoplado al equipo, me rompí el menisco. Fue un palo muy gordo, pero todavía soy muy joven y tengo ganas, así que estoy animado para lo que viene. Estoy esperando a que me operen y poco a poco recuperarme y conseguir el nivel en el que estaba”, explica el ex de Magna Gurpea.
Javi Amezqueta, Julen Eseverri y él mismo han cambiado el verde del Xota por el verde de San Juan. Saúl ha sido el único que empezó la pretemporada junto al resto. Conoce muy bien los entresijos que esconde el juego de los de Irurtzun y las diferencias que presenta con su actual equipo. “Me parece que la mayor diferencia reside en la media de edad, y lo que eso conlleva. La experiencia es muy importante a la hora de sacar buenos resultados ya que la mayoría de partidos son muy igualados y se deciden por detalles. Otro aspecto es que el Xota B trata de sacar jugadores para el primer equipo. Por eso, importa más la manera de jugar que los resultados. No en vano, es uno de los juegos más bonitos de la categoría. Sin embargo, en San Juan ya sabíamos que íbamos a pelear por estar arriba”, explica el ala navarro.
El caso de Julen Eseverri es algo peculiar. El pívot comenzó la temporada en Tercera División, y a raíz de las lesiones, ha subido al primer equipo y ya se ha asentado con goles y calidad.
Curiosamente, su hermano Ander también entró en la disciplina del club en verano, y es uno de los fijos en los titulares. Julen, junto a Román y Tomás, son los jóvenes del equipo, y aportan un aire fresco a las rotaciones. Siempre bien asesorados, en especial por Tore; probablemente el que mejor entiende este juego, aportan su granito de arena en un conjunto muy diverso. Guillermo Bueno y Txema, dos de los estandartes de San Juan, son jugadores de los que te arrancan del asiento. Pasionales como ellos solos, son los encargados de frotar la lámpara cuando el equipo se atasca. El caso de Tore es diferente, es un genio silencioso. Técnicamente no es tan dotado como los dos últimos mencionados, pero ve el fútbol sala más rápido que los demás; y a fuerza de paralelas a la espalda del defensor y paredes insufla de creatividad e inteligencia el juego de San Juan, en ocasiones muy plano.
La portería, bendito problema
Tres cancerberos comenzaron la pretemporada; Óscar, Txoro y Xanti. El último de ellos, por motivos de trabajo abandonó la disciplina antes de tiempo. Javi Amezqueta, ex del filial de Magna Gurpea ocupó su lugar y ya colecciona exhibiciones cada miércoles de entrenamiento. José Ibarra cuenta con tres buenos porteros, y el sudoku que tiene que realizar cada semana para elegir a uno de ellos es siempre un problema. Pero bendito problema. Óscar y Txoro se rifan titularidades en una campaña que es complicada en términos de concentración para ellos. El riesgo de relajación es máximo, puesto que es complicado encadenar varios partidos consecutivos en el arco. En cualquier caso, el conflicto lo llevan igual que el juego del equipo, “con alegría”, como siempre se escucha a Óscar en el calentamiento previo a los partidos.
Articulo original en Navarra Deportiva